La etapa escolar está llena de desafíos y descubrimientos. Tener una buena percepción de sí mismos ayuda a las niñas, niños y adolescentes a afrontar los retos que surgen en el proceso de aprendizaje y aprovechar las oportunidades que se presenten para impulsar su desarrollo.

Muchos estudios han comprobado el impacto positivo de una buena autoestima en la vida de las personas, algunos incluso la asocian directamente con el éxito personal, académico y profesional. Sin embargo, lo contrario también es cierto, y una mala autoestima tiene consecuencias negativas. 

Incluir la autoestima en el plan de estudio y enseñar a respetar la humanidad que hay en cada uno es aprender a ver el lado más amable de la vida; porque todo es cuestión de perspectiva.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es una valoración importante que hacemos acerca de nosotros mismos, sobre nuestras relaciones con los demás y lo que tenemos para aportar al mundo. 

Es reconocer el valor que hay en uno mismo. Representa la suma de confianza, respeto y aprecio que debemos sentir hacia nuestra persona. Está presente en muchos aspectos de la vida, pues es la base sobre la cual cada quién decide cómo afrontar su existencia y responder ante los retos de su entorno. 

La calidad de la autoestima depende de la educación en la familia, la escuela y el contexto social. Por eso es crucial nutrirla con estímulos positivos, que refuercen una autoimagen sana, construyan una personalidad estable y faciliten la integración en la familia, la escuela y la sociedad.

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¿Cómo influye la autoestima en el rendimiento académico?

Una buena autoestima se asocia con diferentes beneficios que ayudan a las personas a superar con éxito los retos de la formación académica. Por ejemplo:

Favorece el aprendizaje: la calidad del conocimiento que adquirimos depende en buena parte de nuestras actitudes básicas. Una buena autoestima promueve una mejor y más profunda atención y concentración al aprender.

Superación personal: al afrontar fracasos buscamos la fuerza que hay en nuestro interior, por eso, una buena autoestima proporciona la base necesaria para reaccionar en proporción a cada situación y solucionar los problemas que presenta la escuela y la vida. 

Fundamenta la responsabilidad: ser un estudiante responsable implica compromiso y constancia, para lo que se requiere confianza en las aptitudes de uno mismo y todo su potencial.

Desarrolla la creatividad: tener una buena autoestima permite expresarse libremente a partir de la perspectiva única y propia de cada quien. La originalidad está estrechamente ligada al concepto que cada uno tiene de sí mismo y sobre quién es en el mundo que lo rodea. 

Estimula la autonomía: sentirse seguro de sí mismo fomenta una conducta más asertiva, donde cada uno elige lo que es más significativo para sí mismo y se conduce a partir de una identidad personal. 

Mejora las relaciones: el respeto y aprecio por uno mismo es la base de una buena relación con los demás. Las personas con buena autoestima logran construir relaciones estables y satisfactorias, que nutren su vida personal, académica y posteriormente profesional. 

Tu opinión sobre ti mismo importa

Existe una gran diferencia entre pensar “no puedo hacerlo” y “todavía estoy aprendiendo”. Construir una buena autoestima es cuestión de aprender a ver el lado más amable de las cosas, pero también en uno mismo. La buena autoestima inicia en el aprecio genuino por quién soy como individuo.

Sin embargo, también es importante aceptar que no soy perfecto, tengo defectos y cometo errores, como el resto de las personas. Al final del día, siempre será posible identificar las áreas de nuestra personalidad que requieren atención, responsabilizarnos por nuestros actos y trabajar en mejorar hacia el futuro.

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Atender nuestras propias necesidades es un aspecto clave de la autoestima, desde las físicas básicas hasta las emocionales y espirituales. Cuidar debidamente de uno mismo es esencial para salir adelante. 

Para mejorar la autoestima es necesario mantener una mentalidad abierta, que dé lugar al cambio. Acciones tan sencillas como rodearse de afirmaciones positivas tienen el potencial de transformar la perspectiva de las personas, sólo hace falta creerlo.

“Educar para la vida” no sólo tiene que ver con la calidad de las asignaturas que se imparten en el aula, sino con la formación que hoy hace a la persona que serás mañana.

Por eso, en Justo Sierra implementamos estrategias que fomentan la construcción de una autoestima positiva dentro y fuera del aula, para el beneficio de nuestra comunidad académica. 

Sabemos que lo más importante es enseñar el valor de vivir con grandeza, desde temprano. Descubre más sobre cómo impulsamos el desarrollo de nuestros alumnos a través de cada nivel educativo aquí.

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