Muchos se han creído el mito de que la felicidad es algo que espera ser encontrado y hay que buscar, como si fuera un tesoro escondido.
Sin embargo, la felicidad es más bien un estado emocional que surge a partir de la combinación de diferentes factores en el entorno que producen emociones positivas.
Por eso, en 2012, la ONU declaró el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad: una fecha para celebrar el optimismo, pero también reflexionar sobre la importancia de la felicidad para el desarrollo de los individuos y la sociedad.
Pero, ¿qué es la felicidad?
La felicidad es un estado de bienestar emocional generado por sentimientos placenteros y una sensación de satisfacción por la vida.
Definir el concepto de felicidad es casi imposible, pues tiene un significado distinto según a quién le preguntes. Cada persona experimenta la felicidad de manera subjetiva, pero todos podemos reconocerla cuando la sentimos.
Aunque no se puede enseñar cómo ser feliz, sí es posible propiciar la tendencia a la felicidad durante la infancia, en el núcleo familiar. Las niñas y niños que crecen en un ambiente que fomenta la gratitud y la confianza se convierten en adultos optimistas.
Desarrollarse en un entorno alegre afianza la autoestima, fortalece la resiliencia y ayuda a mantener una perspectiva esperanzadora a través de los años.
Sentido de vida
Como hemos visto, la felicidad no se encuentra, ni se enseña, sino que se practica.
Para experimentar emociones positivas es necesario incorporar hábitos de vida que estimulen la felicidad con la producción de dopamina, serotonina, oxitocina y endorfinas, más conocidas como las hormonas de la felicidad.
Dormir bien, ejercitarse, agradecer, reírse con amigos, aprender algo nuevo, el contacto con la naturaleza y el amor de la familia son algunos ejemplos de vivencias placenteras que provocan felicidad y cimientan un sentido de vida alegre.
Ser feliz se trata de vivir con propósito, optimismo y alegría.
Y, ¿qué es la psicología positiva?
La psicología positiva estudia el bienestar como base de la felicidad. Analiza cómo experimentar emociones positivas favorece el desarrollo personal y social, a través del uso de fortalezas humanas como la perseverancia, la bondad y la prudencia.
Se sustenta en diversos estudios que han comprobado que las emociones positivas promueven la solución de problemas personales, la asertividad y la adaptabilidad, mientras aumenta recursos intelectuales y contrarresta tendencias depresivas.
Tiene cuatro pilares básicos: las emociones positivas, los rasgos positivos, las instituciones positivas y las relaciones positivas.
Sus beneficios
Abordar la crianza desde el apoyo y el afecto genera los siguientes beneficios:
- Elevado autoconcepto de la autoestima positiva: los niños que reciben apoyo y afecto de sus padres tienden a desarrollar una imagen positiva de sí mismos, lo que les brinda confianza en sus habilidades y fortalezas
- Fomento de la autonomía y el ajuste social: los padres que modelan buenos estilos de afrontamiento, enseñan a sus hijos a manejar desafíos de manera independiente y adaptarse de manera saludable a su entorno social.
- Desarrollo de la Inteligencia Emocional: Un vínculo saludable entre padres e hijos permite a los niños explorar y comprender sus emociones, lo que les ayuda a relacionarse mejor con los demás y a enfrentarse a situaciones difíciles con resiliencia.
- Utilización de fortalezas personales: Los niños aprenden a reconocer y utilizar fortalezas individuales, como la bondad, la perseverancia y la valentía, para alcanzar sus metas personales y profesionales.
Cómo aplicar la psicología positiva en casa
Las interacciones cotidianas en el hogar suponen la oportunidad perfecta para que los niños practiquen el bienestar, la felicidad y experimenten emociones positivas.
Los padres pueden impulsar la psicología positiva al promover progresivamente la autonomía de sus hijos, pero sobre todo, la autoestima y seguridad en sí mismos.
Pero, ¿cómo? A continuación te compartimos algunas estrategias:
- Sé sensible ante los mensajes de tu hijo, interpreta con cuidado y atención lo que te dice para poder darle respuestas apropiadas.
- Aprende a balancear lo positivo y negativo en situaciones de conflicto, para que tu hijo aprenda que es posible manejar el fracaso sin darse por vencido.
- Considera que tu hijo tiene sus propias preferencias y preocupaciones. Respeta su estado emocional y no inicies interacciones fuera de lugar.
- Sé accesible a las necesidades de tu hijo y dedícale tiempo.
Importancia de la psicología positiva en la educación escolar
La escuela es el segundo ambiente que más influye en la formación de los niños, después de la familia. Es donde aprenden, ejercitan y desarrollan muchas de las destrezas y habilidades con las que enfrentarán al mundo siendo adultos.
Por eso, es sumamente importante verificar que tus hijos estudien en un colegio que no limite su crecimiento e impulse la grandeza que hay en ellos.
En Justo Sierra reconocemos el valor de educar con alegría, amor, vocación y respeto para formar alumnos felices, listos para alcanzar su máximo potencial.
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